Passaporto italiano

Ciudadanía iure sanguinis

¿Sabías que si tienes algún antepasado italiano, aunque hayas nacido en el extranjero, es posible que puedas optar a la nacionalidad italiana?

El principio que rige la transmisión de la nacionalidad en Italia, salvo en contadas excepciones, es el llamado ius sanguinis, es decir, “derecho de sangre”.

Este principio ha permitido, sin ningún tipo de controversia, que los antepasados italianos varones emigrados en el siglo XIX y principios del XX – mayoritariamente al continente americano – hayan podido transmitir a sus descendientes varones nacidos en el extranjero la nacionalidad italiana, sin importar la época de nacimiento del antepasado italiano ni las distintas generaciones entre el solicitante y su ascendiente italiano.

Si bien dicho derecho haya sido vulnerado históricamente respecto a las mujeres italianas, las cuales no podían transmitir la propia nacionalidad a sus descendientes, hoy en día no existen distinciones para obtener el reconocimiento a la nacionalidad italiana en función del género del antepasado.

La única diferencia que verdaderamente existe, y que continúa generando una importante desigualdad, es el mecanismo a través del cual el solicitante tendrá que afrontar el proceso de reconocimiento, pues en la mayoría de los casos los descendientes de un antepasado italiano por línea materna deberán recurrir a la vía judicial para ver reconocido su derecho a la nacionalidad italiana.


Es importante recordar que para que la transmisión de la ciudadanía tenga lugar, además de contar con un antepasado italiano en el árbol genealógico, es necesario valorar pormenorizadamente cada caso para verificar que no existen interrupciones de la línea sucesoria y que se cuenta con todos los requisitos necesarios para iniciar el trámite.

Artículo a cargo de Yago Caretti, Abogado de derecho internacional

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